Evencio Cuñado cmf.

He de reconocer que mi experiencia con Claret fué apareciendo según iba creciendo en edad y en  responsabilidad Misionera. En mis primeros años del postulantado no recuerdo que nos hablaran de Claret. Sí algunos Misioneros venidos de Filipinas que pasaban por los centros de formación que nos hablaron de su labor en la Misión, fatigosa pero a la vez, gozosa y entusiasta y siempre misioneros al estilo de Claret. Trabajando por el Reino  con humildad y con filiación  al Corazón de María

Yo creo, como reflexión personal, que Claret dejó toda su labor, su espíritu, su ser, lo dejó en manos del Corazón de María, porque siempre se nos hablaba como Misioneros del Corazón de María y así la gente nos conocía y nos conoce por el norte de España. No era poco dejar la Congregación en manos del  Corazón de María. Antes y después del noviciado nos inculcaron la devoción, la filiación, amor y  protección  del Corazón de María, nuestra Madre .

A Claret le he ido conociendo sobretodo en la época post-conciliar, la apertura teológica y la dimensión Misionera en profundidad en la Iglesia; me llevó, invitó, y provocó  a estudiar nuestro origen, nuestro carisma. El  promover que nos llamáramos “Misioneros Claretianos” y toda la apertura a ir al origen del carisma (teníamos un poco olvidado lo de “Misionero”, al menos a nivel de mi Provincia, según creo) hizo que el Gobierno General y sus Consultores optaran por animar a las Provincias de España a salir y elegir un territorio de Misión. Era allá por los años 60-65 cuando el P. Provincial, P. Luis Gutiérrez cmf, impulsó un gran entusiasmo para que en la Provincia de Castilla se regenerara un ambiente y un gran espíritu misionero; así muchos se ofrecieron o nos invitaron a ser enviados a un territorio de Misión. De aquí surgió que viniera a nuestras mentes  y corazones  la labor misionera del P. Claret en tierras de Catalunya, Islas Canarias y Cuba: sus predicaciones, su lenguaje, sus comparaciones con los animales,  etc. para darse a entender y comprender su mensaje, siempre me habían llamado la atención.

La Provincia de Castilla eligió una zona  de Misión en Honduras y Panamá, y allí fui enviado todavía con votos temporales. Los inicios en aquellas tierras de Misión no fueron fáciles, cultura diversa, lengua, escasez de las cosas más básicas, como agua, luz, la lejanía de la familia, etc. Entonces fue cuando Claret se me hizo más presente. Me dije: Claret pasó por todo esto, pero él, con su imitación y unión a Cristo, su amor a la Congregación, su predicación a todo tipo de gente, su entrega con pasión por el Reino…; pero, con la protección del Corazón de María  todo lo superó. Con estos pensamientos, mi entrega a aquellas gentes, la fatiga, lo lejano, ya no era problema, y con la pasión y el ejemplo de mis hermanos de comunidad y el espíritu de Claret,  evangelizábamos con la enseñanza del Evangelio y la labor social. Experimenté que era verdad aquello que siempre decimos, que son los pobres evangelizados los que nos enseñan a vivir con alegría en medio de una vida sencilla, con las pocas cosas que se necesitan para vivir…; así, unidos a Claret y a Cristo Jesús, todo se superaba.  La definición del Misionero es algo que siempre tuve y he tenido presente. Además, en aquel tiempo tuve un ejemplo de obispo al estilo de Claret, en Monseñor Jesús Serrano cmf, un hombre sencillo, amable y lleno de espíritu misionero, realmente al estilo de Claret, y grande propulsor de trabajar en favor de los más pobres. Nuestros Misioneros siempre estaban y están en “evangelización en salida”.  Este destino me hizo un gran bien, a nivel de persona, y creo que a nivel de Provincia, al estar en contacto con los más necesitados.

Por razones socio-políticas, no sin pena, regresé a la patria después de 8 años. Mi Corazón estaba en la Misión; así, tuve que hacer, con más fatiga ahora, la conversión a la inversa.

Mi destino a Roma de forma temporal, me ilusionó, por varios motivos. Luego el tiempo se ha ido alargando, seguramente en exceso. He podido conocer los lugares donde Claret pasó, predicó y vivió en Roma; es algo emocionante para un Claretiano. Roma, capital universal del catolicismo, ofrece muchas oportunidades; por ejemplo, nuestra comunidad es multicultural. Esto me demuestra que Claret está presente en cada uno de nosotros y su carisma es una realidad en el mundo entero, gracias a nuestros Misioneros que han vivido su vida impregnados de su espíritu. He podido estar cercano a varios Capítulos Generales y Gobiernos Generales, conviviendo en Comunidad. Cada Gobierno  ha impulsado diversos aspectos de nuesto carisma. He podido experimentar el valor de las personas, la espiritualidad, la misión más oportuna y necesaria, de acuerdo con el carisma del P. Fundador, etc. He visto cómo se han publicado sus cartas, su Autobiografía, sus escritos, etc.  Debo testimoniar que Claret ha estado vivo, presente, en todos los Gobiernos. Aquí conviví con grandes conocedores de Claret: el P. Viñas cmf, el P. Bermejo cmf, y ahora el CESC en Vic, todos ellos Claretianos con un gran amor al carisma de Claret y sus grandes impulsores, para que se conozca más y más a nuestro P. Fundador. Por mi parte, un ¡gracias de corazón a todos ellos!

He trabajado en el campo de la Catequesis- en la evangelización en general y en lo  social (salud) en la Misión de Panamá; y en Roma, sobretodo, en la economía – Administración General.  He trabajado con varios Ecónomos Generales, cada uno con su personalidad particular, pero todos amantes de la Congregación; han ido gestionando nuestros bienes en bien de la Misión, con la impronta de Claret, sencillo y pobre a imitación de Cristo.

El Señor seguirá mandando sin duda vocaciones para que vivan nuestro carisma claretiano, sencillo, humilde, entusiasta y gozoso de ser y llamarnos Misioneros Hijos del Corazón de María, al estilo de Claret. Me consta que hay Congregaciones que se interesan por nuestras obras, nuestro carisma, y quieren saber cómo organizamos nuestro trabajo de evangelización y vida. Es un orgullo ser Claretiano y tener como Fundador  a San Antonio María Claret.

Soy el Hermano Evencio Cuñado cmf. Nací en Villaverde del Monte, provincia de Burgos – España, el 2 de Junio de 1948  y profesé en Salvatierra de Álava el 23 de Octubre de 1966.  Pertenezco a la actual Provincia de Santiago. Mis destinos hasta ahora han sido: Castro Urdiales, Salamanca, Madrid, Panamá–Kuna Yala, Madrid y Roma.