Studia Claretiana, como dijo el P. Guillermo Rozo, C.M.F., Presidente del Secretariado Claretiano, presentando el primer volumen o cuaderno en 1963, pretende ayudar a que se dilaten y afiancen las empresas apostólicas de los Misioneros Claretianos y demás miembros de la Familia Claretiana. Esto tendrá lugar “cuanto más se conforman al espíritu del Padre y a sus planes y hazañas apostólicas: de aquí la preocupación por conocerlos y divulgarlos” (v. I p. 3).

Al principio se proponía que saliera semestralmente (cf. v. I p. 4). Efectivamente, el subtítulo del primer número decía: “Fasciculi semestres studiis de Sancto Antonio M. Claret fovendis editi”; y bajo la dirección del Secretariado Claretiano, en Roma. En realidad, como se puede ver en los otros subtítulos de esta sección, será más o menos anual, e incluso no todos los años.

Sus Directores han sido hasta hoy los Claretianos: PP. Guillermo Rozo (vv. I, V), Juan M. Lozano (v. II), Jesús Bermejo (vv. VI-XXI, XXVI), Antonio Bellella (v. XXII), Jesús María Palacios (vv. XXIII-XXV, XXVII-XXIX), Josep Rovira (vv. XXXs). El volumen III-IV, dedicado en 1965 a Santa María Micaela del Santísimo Sacramento apareció bajo la dirección de Sor Esperanza de María Rodríguez, Superiora General, A.E.S.C.

En cuanto a la temática, se ha procurado que se centrara preponderantemente sobre la figura y espiritualidad del P. Claret, ya sea globalmente considerada, ya en algunos de sus aspectos, o sobre lugares y momentos históricos y personajes particularmente significativos que trabajaron apostólicamente con él. Frecuentemente se han centrado también en eventos de la Congregación de Misioneros y en otros grupos de la Familia Claretiana, encuentros y congresos de la misma. Aunque la intención fundamental es profundizar el conocimiento espiritual, carismático e histórico del Santo, no se ha querido limitar a una especie de arqueologismo, sino más bien viéndolo desde la perspectiva actual para encarnarlo y propagarlo hoy.  Normalmente cada uno de los volúmenes se divide en tres partes: estudios propiamente dichos, que ocupan la mayor parte del número, efemérides congregacionales, notas y bibliografía claretiana.

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