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Consuelo Ferrús, rmi.

Son varios los encuentros que he ido teniendo con Claret, pero al escribir esto caigo en cuenta de que no hay nada fortuito en la vida, y que más que encontrarme yo con él, es él quien se va encontrando conmigo. Igual que a la M. Antonia París, es Dios quien lo va poniendo en momentos clave.

Mi encuentro con Claret empieza en el colegio de las Misioneras Claretianas de Carcaixent (Valencia), a los 7 añitos. A esa edad una es como una esponja y va absorbiendo toda información como lo más natural, como el respirar. Voy conociendo que las Claretianas fueron fundadas por S. Antonio Mª Claret y Mª Antonia París, celebramos sus fiestas, se nos va informando de lo que fueron e hicieron, lugares donde vivieron… lo típico que se sigue haciendo en nuestros colegios. Pero todavía no es un encuentro que afecta mucho la vida, es más racional que otra cosa.

Es en la adolescencia cuando tienes que decidir qué haces con tu vida cuando el encuentro con Claret es más cordial, se presenta ya como alguien a quien parecerse, viendo cómo viven sus hijas claretianas. Y desde luego el gran encuentro se ha producido dentro de la Congregación.

En la Formación, estudiando a fondo su Autobiografía y escritos muchas frases me impactaban como un libro escrito directamente para mí, para sus misioneros y misioneras… igual que él decía que le impresionaban frases de la Biblia. Ha sido un maestro en el arte de acercarme a la Palabra de Dios y leerla y releerla en clave personal y carismática, como un encuentro con Jesús, con los apóstoles, S. Pablo… un maestro y modelo para la misión, con esas mismas virtudes que propone al misionero: el amor, la humildad… con su manera de predicar sencilla que todo el mundo entiende, desde la misericordia, la pasión en las palabras… sus análisis certeros de la realidad, las fuentes de donde bebe su espiritualidad: María, la Eucaristía, la Palabra, la oración.

testimonio_ferrus_01Las claretianas tenemos padre y madre, Claret y París, y así lo he recibido y así los vivo. Cada uno me aporta matices singulares. Ella que recibe la inspiración de fundar la Orden nueva en la práctica que somos, y de hacerlo junto con Claret, no con otro, con él. Estuve un tiempo en Cuba y fue un tiempo de encuentro vital con Claret pues allí estaba omnipresente en cada iglesita que visitábamos, en imagen, en las actas pastorales que pudimos leer y que reflejaban lo que es su vocación primordial: Misionero apostólico. Es en Cuba donde más interacción se dio con la M. París, donde nacimos las Claretianas, y por eso hasta el clima físico y pastoral me hablaba de su presencia en aquella isla. Esa relación entre ambos me dice mucho, afectivamente. Me los imagino, como narran algunas cartas, comentando la situación de la Iglesia local y universal, cómo responder pastoral y evangélicamente, compartiendo anhelos de mayor pobreza, deseos de martirio… y eso me invita a seguir dialogando con él en toda ocasión. ¿Cómo haría Claret esto que se me encomienda ahora? Y él hace que me pregunte ¿cómo lo haría Jesús?

Esta vocación suya de misionero ha influido mucho en mi vida. Tengo que decir que un momento de encuentro fuerte con Claret han sido las misiones populares donde participé por un tiempo. Recorriendo las calles de los pueblos visitando asambleas, enfermos… llenando el horario de actividades pastorales: ahora con niños, ahora escuela de oración, ahora jóvenes, matrimonios, eucaristías misioneras… ¡me sentía tan contenta siendo misionera claretiana! como él… a su estilo… sin perdonar fatiga alguna con tal de anunciar el Evangelio a todos y por todos los medios.

Últimamente más que nunca, Claret me está encontrando él a mí… desde hace testimoni_ferrus_02unos meses vivo en Reus (Tarragona). La primera iglesia que visité en la ciudad me sorprendió nada más entrar con varias imágenes suyas: de niño en el telar, de arzobispo en una imagen del altar, de misionero en una vidriera. Fue una agradable sorpresa con un mensaje subliminar que me pareció captar: sentí la cercanía de Claret en mi nueva misión y una llamada a ser misionera aquí. Ayudar a que cada persona con quien me encuentro aprenda a tejer su vida, sus sueños. Aquí en Cataluña el P. Claret es sobre todo el misionero que recorre los caminos con su hatillo y la Palabra. No se necesitan más medios. Hay que aplicarse el cuento.

Y en otra Iglesia del pueblo cercano, en Riudoms, visito una capilla recién restaurada y me encuentro en la bóveda la imagen de Claret junto con otros santos devotos de la Eucaristía. Otra alegría para el corazón y otra llamada: afianzar mi vida y misión en la Eucaristía, en el amor de Cristo que me urge como a él. “Enamoraos de Jesucristo y haréis cosas mayores que yo”

 Consuelo Ferrús

Misionera Claretiana

Nació en Albalat de la Ribera (Valencia) un 31 de marzo de 1960. Profesa como Misionera Claretiana en 1981 y realiza la misión en varios lugares (Granada, Sevilla, Almería, Zafra-Badajoz, Madrid, Puerto Sagunto, México…) y en varias modalidades: Equipo de Pastoral juvenil, Educación, misiones populares, parroquias, Formación, espiritualidad, experiencia misionera con jóvenes, asesora religiosa de Seglares Claretianos de Bética. Actualmente vive en la comunidad de Reus (Tarragona), lugar carismático donde reposan los restos de Mª Antonia París. Casa abierta a todos los que quieran también visitar su Museo.